Mucha es la gente que tiene una idea muy equivocada sobre los criadores. Por la forma en que me hablan cuando preguntan por un cachorro por ejemplo me da la sensación que creen que somos unos “fabricantes” de perros… y nada más alejado de la realidad. Hace mucho ya que decidimos que formaran parte de nuestra familia y era inevitable vernos atraídos por criar en casa la raza que nos apasiona. A partir de esa decisión pues han llegado muchas alegrías y penas. Pero esto es para nosotros ser criador… No hay cachorros siempre pero cuando los hay se buscan buenas familias para ellos, algunos se quedan en casa y nuestra casa retoma su actividad normal… esa que nos llena… agridulce… llena de “holas” y “adiós”.
El primer “hola” y “adiós” fue el de Noah en nuestra familia…luego fue Aten la que llegó y ese adiós prematuro nos dejó una herida que nunca sanará por muchos motivos.
Han pasado desde ese último adiós… 4 años…5 años… No sé… No quiero recordarlo porque sigue doliendo igual.
Luego han venido unos cuantos más “holas”… Bichos peludos que a diario convierten mi vida en plena, en una divina locura, en un ir y venir, en días que nunca son iguales, en días felices cuando hay tiempo para salir a jugar, días tranquilos viendo la tele todos juntos y días tristes si alguno se pone malito y nubla con preocupación la casa.
Hemos aprendido a llenar nuestras vidas con sus vidas… a que tiempo compartido sea tiempo disfrutado… He vivido con algunos de mis perros unos momentos que no podría describir con facilidad… que no tienen precio. Con ellos me he emocionado hasta llorar… completamente feliz y orgullosa de mi perra en un pódium como posiblemente una mamá cuando su nene gana en una competición…. Pero es que no tengo remedio… soy de esas que pongo cara de boba cuando algunos de mis “holas” hace una de sus gracias o travesuras…
Y el tiempo pasa… y esos “holas” empiezan a alejarse sin que nos demos cuenta… Y soy consciente de que somos capaces de asumir hasta la pérdida de un ser querido humano … pero cuando los “holas”… esos “holas” que forman parte de tu familia como uno mismo nos dan señales que nos dirán “adiós” me entra el pánico…
A más perros más sustos me dicen mis amigos y familia y es verdad… Hemos tenido guerreros que siguen diciéndome cada día “ehh Lauri, que no me voy… soy un torete. Has visto que bien estoy y cómo sigo corriendo???”… Ese sería mi Demon al que quiero con locura y es mi niño bonito.
Otros a veces me dan señales confusas… intento leer en sus ojos si acaso me quieren decir si quieren luchar o rendirse… Intento leer en sus ojos mis propios pensamientos. Intento averiguar sin éxito si mi egoísmo es mantenerlos a mi lado o si mi egoísmo es querer dejarlos marchar porque no soporto verlos sufrir.
También para esto hay consejos… me dicen que sabré el momento adecuado para despedirme de ellos pero es mentira… Nunca es un buen momento para decir adiós a un amigo… a tu familia… a ese bicho de pelo sin una sola gota de maldad…
Cada “hola” con su historia, con recuerdos de días felices de juegos y cada uno con sus gustos y manías que los hacen únicos hacen insoportable cada “adiós”.
No sé cuándo te despediremos osito pero seguimos luchando un poquito más vale??.... sólo un poquito… hasta que sepamos que quieres decirnos “adiós”…
Y así es como criador amo a mis perros… Sin que jamás un “hola” sustituya a un “adiós”.
Un video para recordar! Nuka y demon pasando uno de sus ratos de juegos en el jardín de casa:
Laura Vidal
Laura Vidal
Acher