AUUU!! MI CACHORRO MUERDE!!!

Por fin nuestro pequeño Cane Corso está en casa!!! Estamos felices, es un precioso cachorro que nos vuelve locos pero… comenzamos a jugar con él y una de las primeras cosas que hace es morder nuestros manos, pies, brazos… Lo que nos hace gracia al principio luego ya empieza a doler y quizá hasta nos preocupa la fuerza con la que nos muerde

Algo fundamental que debemos hacer es realizar lo que se denomina la INHIBICIÓN DE LA MORDIDA, algo fundamental en la educación del cachorro.

El momento para realizar la inhibición de la mordida de un cachorro dura hasta los cuatro meses por lo que no debemos retrasarlo y hay que enseñar a nuestro cachorro de Cane Corso desde el primer día a que no debe mordernos con fuerza. De esta manera conseguiremos un perro adulto que nunca nos dañará con su mordida incluso en caso de accidente o juego. Es lo que denominamos conseguir un perro con “boca blanda”.

Cush jugando con su hermana

Cush jugando con su hermana

Para enseñar a un cachorro a no morderte con fuerza, NUNCA hay que castigarlos físicamente. Esto sólo conllevará que el cachorro te tema o te agreda y que aprenda que no se muerde durante el juego pero en su edad adulta podría morder y entonces lo hará con muchísima fuerza. Los cachorros no pueden controlar completamente la fuerza con la que muerden. A través del juego con sus hermanos y madre lo van aprendiendo y es nuestra labor seguir con ese aprendizaje un poco más y cuando pasen los cuatro o cinco meses tendremos un cachorrito que controla perfectamente la intensidad de su mordida.

¿Cómo debemos hacerlo?

De la mejor manera que se puede enseñar a un cachorro… a través del juego.
Durante este período es importante DEJARLE que nos muerda y posteriormente ya le enseñaremos a morder juguetes y no nuestras manos, pero en este momento es importante que juegue con nuestras manos y aprenda a no dañarnos. Si no permitimos que nos muerda es imposible enseñarle a controlar la intensidad, un juguete no puede medir la intensidad del mordisco. Pero lo importante es que este permiso temporal para mordernos se realice bajo unas REGLAS MUY ESTRICTAS.

¿Cuáles? Es muy fácil….Comenzamos a jugar con nuestro cachorro de Cane Corso permitiéndole morder nuestras manos… en el momento en que nuestro pequeño nos muerda fuerte gritaremos un “AY!!” para que sepa que nos ha hecho daño y en ese justo momento paramos el juego durante varios segundos. Si deja de mordernos, premiaremos y retomamos el juego. Siempre que el cachorro muerda flojo obtendrá un divertido juego con nosotros y si se sobrepasa y muerde más fuerte daremos un grito de dolor y pararemos el juego durante unos segundos sin hacerle caso.

Si el cachorro no atiende a la negativa e insistiera mordiendo, obviando nuestro grito le apartaremos sin reñirle (un regaño o cualquier otro castigo es atención para el cachorro que hay que evitar) o nos iremos de la habitación deteniendo el juego inmediatamente. Volvemos a jugar pasados esos segundos y siempre con estas reglas.

Tendremos que repetir esto en distintos lugares y lo deberán realizar todos los miembros de la casa para que el cachorrito comprenda que todos los humanos son igual de sensibles a su mordida. Sin embargo, los niños pequeños no deberían enseñar este ejercicio al cachorro puesto que no podrán realizarlo correctamente, no sabrán marcar el momento justo cuando jugar y cuando apartarse y es más probable que el cachorro aprenda precisamente lo que intentamos evitar, que es más divertido morder fuerte durante el juego.

Cush tras un rato de juego

Cush tras un rato de juego

En esta fase de la educación del cachorro hay que tener siempre presente que cada mordisco que da (y soy consciente que con esos dientecitos afilados hacen daño) no es por maldad ni por rebeldía, dominancia ni nada por el estilo. Es un bebé de perro y no hay nada de qué preocuparse. Es un comportamiento normal que un cachorro no tenga precisión en la fuerza de su boca, tampoco la tiene en sus movimientos, es algo que hay que enseñar a controlar.

Por último me gustaría insistir en que si evitamos los juegos de mordisqueo ya sea mediante castigos o simplemente nos da pereza ponernos a enseñar al cachorro estas habilidades, acabaremos con un perro que puede que sea sociable, pero si en algún momento de su vida está en una situación compleja que le obliga a usar su boca lo hará sin ningún control y mayor fuerza.

Y dicho esto sólo queda decir que educando y jugando conseguiremos de ese diablillo un perro adulto equilibrado y feliz... Y es fácil eh? Siempre con cariño y paciencia los resultados llegan.

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  1. […] post lo dispara el Best Seller que se ha marcado mi amiga Laura Vidal sobre la inhibición de la mordida, criadora de Cane Corso y propietaria del kennel RaylaDiCors sobre la inhibición de la mordida, […]

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